Eutanasia, legionarios y otros abusos

Publicado el 04 de Abril de 2009

Requiescant in pace: Yo siempre he sido promotor incondicional del aborto y de la eutanasia. Creo en la eutanasia. Creo que debe ayudarse a un moribundo a que "cruce al otro lado" sin sufrimiento. 

Y estoy hablando de fútbol, ¿ah? El haber llevado a los once subnormales cuadrapléjicos a hacer un nuevo ridículo en Brasil ha sido como aplicarle resucitador a un cadáver con más de quince días de fallecido. A la gloriosísima selección nacional se le debe dar cristiana sepultura, tocarle una gaita, disparar 21 tiros simbólicos al arco (todos fallados, obviamente), y prohibir en adelante el fútbol en el Perú, bajo pena de cadena perpetua. 

Debo, sin embargo, reconocer el sutil simbolismo de la barra peruana en el primer ridículo, en el partido con Chile. Exhibieron un enorme retrato -y hasta un personaje disfrazado- de Grau. El recuerdo de un derrotado (porque Grau fue derrotado, ¿verdad? ¿O me equivoco?). Perfecto. Ad selectiónibus nationalis requiem aeternam dona eis dómine. A propósito, el artículo de Breña Pantoja del jueves pasado en este mismo diario estuvo cañón. Felicitaciones. Me encantaron las caras de Chemo y Maradona en la televisión. Sólo les faltó la corona de espinas para ser perfectos ecce hómini. 

Los escultores religiosos se los deben estar peleando para modelar. Gordura es hermosura:- Una vez más, la cosa esa del Palacio Quemado tuvo el atrevimiento de burlarse de nuestro bienamado Presidente (que Dios guarde), adjetivándolo de "gordo". ¡Es decir! ¿Te has mirado en el espejo, Evito? Si lo has hecho, te envidio. Sólo puedes verte en el espejo, mientras nosotros debemos mirarte en todas partes. Una cosa es ser gordo como Alan -estado que puede curarse con una buena dieta-, y otra ser un huaco seboso como tú. 

A ti no te arregla ni el cirujano estético de Michael Jackson. Quizá si entraran en sociedad Stephen Spielberg y George Lucas, algo podría lograrse con efectos especiales más photoshop. Los Legionarios de Cristo:- No recuerdo quién lo dijo, pero tuvo razón: "Con o sin religión, siempre habrán personas buenas haciendo cosas buenas, y personas malas haciendo cosas malas. Pero se necesita de la religión para que personas buenas hagan cosas malas". En 1941, Marcial Maciel Degollado, un seminarista aún no ordenado, fundó una mezcla de secta con orden religiosa ultraconservadora (como el Opus dei, digamos), que aglutinó a millonarios de varios países, a gente bien que no admite cholos (como el Opus dei, digamos). 

La organización fue recibida con alborozo por esa estatua gótica conocida como Pío XII. Bueno, resultó que ese sujeto -Maciel, no el Papa- fue un pedófilo de cuenta. Un criminal de lo peor que hasta dejó una hija. Existe incluso una organización de víctimas de los Legionarios de Cristo, que siguen reuniendo a lo mejorcito de la pederastia mundial. Ratzinger (Benedicto 16 que le dicen), cuando se descubrió el monstruoso desaguisado y siendo el Jefe de la Inquisición (no recuerdo qué nombre tiene ahora), le ordenó a Maciel que se recluyese en un convento alejado para meditar sobre sus pecados. ¿Se imaginan? En lugar de entregarlo a la Policía. 

El mierda de Maciel se salvó de mayores castigos "dada su avanzada edad". Murió el año pasado en olor de podredumbre y hoy se encuentra en los infiernos. ¡Caray, qué pena que no haya infierno! Ahora resulta que el "pastor alemán", el Benedicto ese, ha ordenado una "inspección" a esa congregación, porque al parecer la violación de niños y de cuanto hueco encuentran en el camino, sigue a más y mejor. Pero en lugar de ordenar detenciones preventivas masivas y entregar a todos ellos a las autoridades civiles, ha dispuesto "el nombramiento de un equipo de prelados, obispos o eclesiásticos que realizarán una visita apostólica a las instituciones de los Legionarios de Cristo" ¡La pucha! ¡Nombrando a los gatos de despenseros! Y encima -y para remateel Benedicto reconoce "los altos ideales que animan a la orden" y le manifiesta "su solidaridad" ante las "actuales vicisitudes". 

Nunca lo entenderé. Las familias mafiosas italianas y norteamericanas, la mafia rusa y la Yakuza japonesa son Marías Gorettis comparadas con el más benevolente de los cardenales católicos. Algo más sobre los analfas de la Plaza Bolívar:- ¿No han visto y oído el ridículo interrogatorio al que algunos miembros del Gran Pozo Séptico de la Plaza Bolívar sometieron al señor Beteta, candidato a la Contraloría de la República? Fue el mayor despliegue de imbecilidad de los últimos tiempos, aparte del hecho ilógico e irracional, de que una tropilla de individuos cuyo único currículo para llegar adonde está es el haber cumplido 25 años, tenga el atrevimiento de interrogar y "tomarle examen" a todo un profesional. Afortunadamente Beteta es un caballero, espécimen totalmente extraño en la cloaca de la Plaza Bolívar. Al final, "jalaron" a Beteta.

Y es que la gentuza esa que infesta en enorme mayoría el Congreso no soporta ver a personas inteligentes, aparte del hecho de que necesitan un Contralor al cual poder manejar a su regalado gusto. Mi consejo al señor Beteta: retorne a Chile y viva feliz. Ave Caesar, morituri te salutant:- Me pareció excelente la defensa que de sí mismo hizo el ingeniero Fujimori. Desgraciadamente, como yo lo veo, absolutamente inútil. Estoy seguro de que ya la sentencia está dada. Los jueces jamás se atreverán a fallar contra los medios comunistas, contra esos supositorios oenegientos o contra la náusea de la Corte de San José. Alea jacta est, mi querido chino. No te queda más que concluir saludando al presidente de la Sala: Ave César, el que va a morir te saluda. Hasta más vernos.