domingo, 17 de mayo de 2009

Da Vinci, Schopenhauer, Polichinela, etc.

Nadine: - Me encanta este chongo que se ha armado con los ingresos de Nadine. Y es que como yo lo veo, no hay nada qué investigar. Todo nos lleva, sin el menor jerónimo de duda, a las cajas fuertes de Chávez en Caracas. Para mí, Nadine es una Leonarda da Vinci. Más sabia aún, habida cuenta que il vero Da Vinci no ostentaba títulos profesionales.

Nadine cuenta con dos: socióloga y comunicadora social. Hasta ahora no sé qué hace un sociólogo, pero su otro título debe llevarla al periodismo, a la publicidad, a la animación de programas y cosas así. No. Nadine es de una sabiduría sin límites. Es experta en mercadeo (marketing que le dicen), en administración de negocios, en economía, en diseño y seguimiento de proyectos de fortalecimiento empresarial, asesoría en comunicación integral, experta en tratamiento de cabello y piel, inventora del Tricófero de Barry y encima talabartera, aparte de guachimanóloga. ¡Es decir! Pero... ¿Cómo explicar que una compañía de guachimanes de Arequipa -que además está debiendo como un millón de soles- pueda pagarle a nuestra heroína la suma de 5 mil dólares mensuales? Sólo si ese dinero viene de otra parte. ¿Y la empresa del pata ese de Malasia? Otra suma parecida y muchas más que han aparecido en los medios de prensa a todo lo largo de la semana. No sé ustedes, pero yo no me lo trago. Todo eso viene del bolsillo de los infelices venezolanos directamente a la cuenta del esclavito peruano del marrano de Caracas, el Ollantita, cuyo reloj de pulsera vale más que él. En realidad, y pensándolo mejor, no creo que Nadine sea tan genial. De serlo, jamás se habría fijado en un aburrido militarejo. ¿Y qué es esa "secretaría de relaciones internacionales" que ostenta el partido humaliento? ¿Por qué no son menos hipócritas y la llaman "secretaría de relaciones con Chávez"?

El magistrado San Martín: - Me estoy refiriendo al Vocal Supremo presidente de la Sala que condenó a cadena perpetua al ingeniero Alberto Fujimori. San Martín (ni siquiera me acuerdo de su nombre de pila), va a correr el mismo destino que la madre del filósofo alemán Arturo Schopenhauer. ¡Vamos! ¡No me digan que no conocen a Schopenhauer! Desde mis años de primaria sé que escribió su obra magna titulada Ueber die vierfache Wurtzel des Saltzes von Zureichenden und Grunde glöckenspiel der grossen dumbkopf liebe Augustine ach mädchen von arsloch in himmel aber aber mit mein tochter. ¡Claro que la recuerdan! Si todos la hemos leído en el colegio.

Bueno, mi cuento va a que Schopenhauer fue un hombre muy feo, desde niño, y su madre lo despreciaba por ello. Ella fue en su tiempo una escritora y novelista muy conocida. En cierta oportunidad, la doña ésta, harta de tener que cuidar a tan feo niño, le dio un empujón que provocó su aparatosa caída por las gradas de la casa. Schopenhauer sólo tenía once años de edad. Se levantó muy lentamente, le dio a la mutti una mirada de odio y le gritó: "Madre, tú vas a entrar en la historia no por las tonterías que escribes, sino por haber sido la madre de Schopenhauer". Dicho y hecho. Ya nadie recuerda a esa mujer ni a sus obras. Sólo se sabe que fue la mamita de Schopenhauer.

El vocal San Martín está a punto de entrar en la historia peruana, no por sus mediocres hazañas jurídicas, sino por haber sido el verdugo de Alberto Fujimori. Marquen mis palabras. La próxima vez que se mencione el nombre de ese juez, será en el discurso inaugural del monumento a Fujimori. No estaré para verlo pero, repito, marquen mis palabras. Conozco a los peruanos como si los hubiese parido.

El subvertebrado altiplánico: - Alan García está medio huevón. ¡Qué afán ese de echarle paños fríos a las imbecilidades del repugnante y grasiento huaco retrato mochica, el narcotraficante ("cocalero" que le dicen), el subnormal cornetero de banda militar, el ridículo muñeco de ventrílocuo del cerdo del Palacio de Miraflores! ¡Ya desahuévate, Alan, y rompe relaciones con ese país fallado! ¿No ves que ahora está siguiendo órdenes de la chata de La Moneda? ¿No notas la relación de nuestro asunto de límites marítimos con las plañideras bolivianas y sus siempre aburridas cantaletas de salir al mar? ¿Conocerá el perisodáctilo de La Paz el significado de la palabra "chabacano" o "chabacanería"?

Lo vamos a ayudar un poco, apelando a la Enciclopedia Espasa: Chabacanería: (Etim. de "chabacana") Falta de aseo, de orden, de arte, de gusto o delicadeza. Grosería, zafiedad, tosquedad, ordinariez, falta de urbanidad y cultura. ¿Qué tal? Y ahora la siguiente: Chabacano: (del latín "capana", cabaña, vivienda rústica). Irregular, grosero, inculto, zafio, irrisorio, estrafalario. Dícese de los modales de una persona. ¿Qué les pareció? ¿No es una descripción perfecta del mismo Evo y de su amo el cerdo de Caracas? 

Cipriani: - No pude creer las palabras de Cipriani cuando tuvo la concha de pedir a los peruanos que no seamos tan machistas. ¡Por los santos apóstoles San Pedro y San Pablo! ¿De boca de un representante de la iglesia más machista de Occidente? ¿Esa iglesia que considera inferiores a las mujeres? ¿Que no les permite el sacerdocio? ¿Que ejércitos de cojudas se conforman con ello en su cuasi esclavo estado de "monjitas"? Plis, Ciprianito. No hables huevadas (Te lo digo en el lenguaje que te gusta). Sólo espero que algún día todas esas religiosas se levanten y griten al unísono las palabras de uno de mis personajes favoritos en la mitología cristiana, Luzbel: ¡NON SERVIAM, CARAXUS! (¡No seré sirviente, carajo!)

Hasta más vernos.

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